Entre semana: Para disfrutar de una experiencia más tranquila, visítala entre semana por la mañana, sobre todo justo después de abrir a las 9 de la mañana. El primer espectáculo de proyección (sobre las 9:30 h) suele ser el más tranquilo, ya que ofrece un recinto casi vacío.
Los fines de semana: Suelen estar más ocupados, sobre todo durante los actos culturales. Llegar justo antes de la apertura (9 de la mañana) te da la mejor oportunidad de saltarte las largas colas y disfrutar de la cisterna en un entorno más tranquilo.
Temporada alta (de junio a octubre): Espera días más largos, frecuentes actos culturales y mayor tránsito de peatones. Se recomienda encarecidamente reservar con antelación.
Temporada baja (de noviembre a marzo): Menos visitantes y un ritmo más lento hacen que la visita sea más tranquila. La cisterna está protegida de la intemperie, por lo que incluso los días lluviosos son agradables.